La mañana del viernes comenzó con la exposición de José Luis Camacho de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), quien dio un panorama de las problemáticas asociadas a la sequía a nivel mundial y las acciones de mitigación adoptadas por Global Water Partnership (GWP) a nivel global y a través del Programa de Gestión Integrada de Sequías. Identificó al 2013 como el año de inflexión ya que se conocía la necesidad de encarar las sequías pero aún no se visualizaba la importancia de integrar las políticas. El país pionero en la temática fue Australia. De los procesos vistos en diferentes partes del mundo, se constató que es preciso integrar a los actores de todos los niveles, de integración horizontal y vertical como una condición de éxito de los procesos. Asimismo resaltó la importancia de las soluciones locales a este tema, así como el marco legal necesario para los protocolos de actuación, los cuales deben estar basados en esas realidades. Presentó la diferencia entre el enfoque reactivo y el enfoque proactivo. Del primero dio el ejemplo de los países que frente a las situaciones de desastre, aplicaban ayuda para salir adelante. En 20 años se evaluó que este enfoque distaba de ser eficiente ya que “El enfoque proactivo ahorra dinero y tiempo a todos los actores involucrados” afirmó. El Programa de Sequías se está aplicando en diferentes partes del mundo, con una constante: la diversidad local y la adaptación del programa a esa realidad es lo que determina que sea un caso de éxito. Destacó “Siempre se precisa crear capacidades y compromiso: mantener a los actores involucrados” es otro componente esencial de la eficacia. Para el cierre, en el que dejó disponible mucho material desarrollando estos conceptos, indicó que entre los desastres del mundo, medido por impacto económico y temporal; la sequía ocupa el 3er. lugar.
Jorge Tamayo de la Agencia Estatal de Meteorología de España presentó “Las actividades de la CIMHET en el marco de las PGIS”. Realizó un recuento de las actividades del colectivo iberoamericano y las definiciones que se tomaban en esas instancias, así como las instituciones que participaban. Resaltó las reuniones en que se intercambian experiencias de éxito y lecciones aprendidas y se definen caminos a seguir para instalar nuevos procesos en los diferentes países. Destacó tres objetivos clave de la institución: 1) el reforzamiento institucional y movilización de recursos; 2) la prestación de servicios y 3) la capacitación. De esta última adelantó “Existe la capacidad técnica, pero falta la coordinación e integración de los gestores técnicos”. Entre las debilidades en que se está trabajando destacó la ausencia de directrices, acuerdos en todos los niveles comenzando por la definición de sequías, índices, mapas de riesgos, herramientas y métodos, integrar y digitalizar datos, canales de distribución de la información, entre otros aspectos, además de la relación con los usuarios como elemento primordial de acercar la información técnica a la toma de decisiones, fomentando el diálogo y la formación en esta materia. Al igual que su colega, hizo hincapié “en la importancia del saber local, de lo que puede informar el usuario para poder evaluar”.
Las exposiciones culminaron con la detallada ponencia del Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, Marcelo Gaviño, quien comenzó exponiendo el marco que rige a su país en referencia a estas materias: “la política hídrica nacional de Argentina ha adoptado ejes estructurales en total armonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible” en concordancia con “la reducción de la pobreza como eje central de la política nacional”, asumiendo que el país tiene una gran deuda en avanzar en este Programa, especialmente en el norte.
Expuso los 4 ejes políticas sectoriales: agua para la producción, agua potable y saneamiento, adaptación a los extremos climáticos y aprovechamientos multipropósitos. En las escalas de implementación, hizo especial énfasis en los comités de cuenca como protagonistas de este proceso. En esa línea, y coincidiendo con los expositores extranjeros, aseveró que “así como la información es el sistema circulatorio de todo el proceso, la misma no se encuentra solo en la academia”. Presentó líneas de acción, matriz de amenazas y vulnerabilidad y los vacíos que hay, partiendo de la definición de sequía como una definición aún no consensuada, que impide el desarrollo de los protocolos posteriores y líneas de acción claras y jurídicamente avaladas. A su parecer, la definición de GWP de sequía y su marco de gestión de riesgo, sería una definición válida para tomar como punto de partida.
Al cierre de las exposiciones los tres panelistas recibieron preguntas y realizaron una breve evaluación de su visión del tema (ver video)
La tarde consistió en un intenso intercambio de las mesas de trabajo, para complementar el trabajo iniciado el día anterior y culminó con la “Declaración y Recomendaciones del Taller para la Formulación de Bases de Políticas Provinciales de Gestión Integrada de Sequías”, firmado por los presentes.