Las inundaciones y las sequías son cada vez más frecuentes y graves. Los patrones de lluvia son más impredecibles y el nivel del mar está subiendo. Estos cambios no sólo amenazan el ecosistema y los medios de subsistencia de las personas -sobre todo de las más pobres y vulnerables-, sino que también suponen un importante impedimento para el desarrollo económico y social. Por eso es importante que los países incorporen estrategias de seguridad hídrica y resiliencia climática en los planes de desarrollo.
Conozca cómo GWP Sudamérica apoya a los países en su acción climática