WomanWASH: Innovando y transformando mi comunidad desde adentro
Describa por favor brevemente su trayecto de Agente de cambio
Hace 20 años campesinos y minorías étnicas desplazados por la violencia de sus lugares de origen durante el conflicto armado en Colombia invadieron este territorio llamado hoy comunidad de Las Colonias. La ocupación de ese lugar se hizo de forma rápida y desorganizada y bajo la urgencia de solucionar una crisis humanitaria; El saneamiento o el medio ambiente no fueron una prioridad. Actualmente viven 150 familias en Las Colonias y a pesar de que ya se tiene acceso a servicios públicos, de agua, electricidad y gas, las aguas servidas y basuras siguen yendo al entorno y al río aledaño. Son cotidianas las enfermedades trasmitidas por el agua, la contaminación ambiental por residuos sólidos y orgánicos además de derrumbes localizados a causa del escurrimiento libre de aguas residuales y pluviales en el terreno donde se asientan las precarias viviendas. La peor parte la encarnan las mujeres ya que permanecen la mayor parte del tiempo en casa y en contacto con la insalubridad del entorno. Son situaciones habituales los hongos en la piel de los niños, las mamás llevando a sus hijos al hospital por diarreas y las disputas entre vecinas por los malos olores de las aguas residuales. A día de hoy, esta situación de insalubridad, informalidad y degradación ambiental incentivada por el desplazamiento y la invasión ilegal del territorio es reproducida y afianzada por el abandono gubernamental e institucional, así como la poca conciencia ambiental de los habitantes de dicha comunidad que sigue sin tener un desarrollo integral y digno.
Describa por favor el cambio que creó su iniciativa y cómo se logró.
Tras un voluntariado de tres meses alfabetizando y empoderando mujeres, decidí quedarme en Las Colonias de forma indefinida haciendo un acompañamiento integral en materia medioambiental a mujeres locales que querían tener una comunidad más limpia y digna. En el 2017, pedí ayuda al grupo de investigación-ONG de la Universidad Politécnica de Cataluña junto al cual realizamos una caracterización completa de las problemáticas ambientales y de saneamiento del lugar. Iniciamos también en el mismo año discusiones con dos entidades públicas de la ciudad para formar una coalición y tratar de abordar las problemáticas del lugar. En el 2018, conformamos ECOLONIAS, un colectivo de mujeres locales que se dedica a la concientización medioambiental, la gestión de residuos sólidos y la venta de material reciclable. Actualmente llevamos a cabo la investigación: Evaluation of vermifiltration as an appropriate technology for the treatment of domestic wastewater in informal settlements of the Colombian coffee region. The case study of Las Colonias. Leaving no women behind. Esta investigación es la esperanza de estas mujeres para intentar por fin abordar la problemática de aguas residuales domésticas en el entorno. Paralelamente, visionamos articular nuevos emprendimientos como la venta de vermicompost, la producción de flores y lombrices que posicione a las mujeres del colectivo como un modelo de agencia femenina en la transformación del territorio y el cuidado del medio ambiente. Con ello se espera aliviar a mediano plazo algunas inequidades de género arraigadas y consolidar a ECOLONIAS como un referente medioambiental en su comunidad.
¿Cómo ayudó su iniciativa a desarrollar resiliencia al cambio climático?
Los patrones de eventos climáticos como El Niño, La Niña y la época de ventiscas son cada vez más irregulares; Éstos suceden de forma espontánea a lo largo de todo el año, pero con una mayor intensidad. Dichos eventos climáticos junto con los efectos antropogénicos en el territorio ocasionan una erosión en el suelo que lo hace más inestable y cada vez son más recurrentes los derrumbes y el colapso o desteche de viviendas en la comunidad de Las Colonias. Mediante nuestras iniciativas hemos conseguido concienciar a unas 50 familias de la comunidad acerca de la importancia de reforestar los barrancos del río donde se asientan las casas y de no tirar basura al río ni al entorno. Así mismo mediante la investigación estamos demostrando la importancia de gestionar las aguas residuales domésticas para que ellas no contribuyan a aumentar el riesgo de inestabilidad de taludes por erosión del suelo.
¿En qué decisiones relacionadas con el agua influyó o mejoró esta iniciativa?
Desde el 2018 el colectivo ECOLONIAS ha estado operando de forma informal, pero a principios del 2020, el colectivo se formalizó y ahora son una Asociación Ambiental legalmente constituida que día a día trabaja en su organización y estructuración interna. Nuestras iniciativas han impactado directamente en la vida de las mujeres; no solo en el ámbito intrafamiliar donde las integrantes del colectivo han tenido que renegociar su rol doméstico para dar cabida a nuevas actividades de su interés, sino que, además se han forjado una representación en el ámbito comunitario por medio de un colectivo unido. Desde la conformación del grupo ECOLONIAS, las mujeres han asumido una participación activa en la transformación del territorio y han alzado su voz en la toma de decisiones comunitarias. Otras mujeres las ven como un modelo a seguir y cada vez hay más interesadas en pertenecer al colectivo. Nuestra incidencia no se ha limitado al ámbito comunitario, hemos tenido la oportunidad de mostrar nuestras iniciativas y avances ante diferentes entidades públicas obteniendo su reconocimiento. Por último, se obtuvo apoyo económico de actores del agua en la dimensión institucional para el desarrollo de la actual investigación que evalúa una tecnología innovadora para el saneamiento.
¿Cuáles fueron algunos de los desafíos enfrentados y cómo se superaron?
Al comienzo fue muy difícil llevar las nuevas ideas a la práctica. Los procesos comunitarios son lentos y necesitan mucha motivación y voluntad. Tuvimos que aprender a organizarnos de acuerdo a nuestras posibilidades y siempre manteniendo mucha flexibilidad con el tiempo. Como estábamos sobrecargadas de trabajo y necesitábamos mucho apoyo interdisciplinar empezamos a recibir voluntarios. Hasta el momento hemos recibido más de un centenar de voluntarios de todo el mundo que nos han apoyado en todos estos procesos y lo cual ha sido vital, no solo por el aporte de conocimientos y esfuerzo, sino también por el trueque de culturas entre los voluntarios y las familias que los alojan. Obtener reconocimiento de diferentes instituciones ha sido un reto. Lo hemos conseguido por medio de nuestra perseverancia y proactividad. Nuestra convicción e insistencia por hacernos escuchar nos ha abierto puertas. A un nivel más personal, lo más especial de esta experiencia para mí ha sido trabajar con mujeres muy diversas y aprender de ellas, de su cooperación y de la empatía. Antes de esta comunidad, no había hecho este tipo de trabajo social o iniciado procesos comunitarios. Me he reinventado como profesional y la ganancia ha sido mutua, hemos ganado todas.
En su opinión: ¿Continuará el cambio creado por su iniciativa?
Cómo externa mi énfasis ha sido la transferencia de conocimiento y herramientas de gestión, deseo que las iniciativas progresen incluso sin mi presencia. Las mujeres se están preparando para ser las líderes de sus propios procesos comunitarios; Hemos experimentado todo tipo de talleres, aprendizajes, alianzas y el conocimiento de otros voluntarios nos ha enriquecido mucho. La participación pasiva ha ido evolucionando a activa y así mismo el liderazgo. Fue vital que ellas crearan una identidad, que se unieran en un colectivo y actualmente eso es una realidad con ECOLONIAS. Acordamos mi amadrinamiento hasta que ellas puedan ser autosuficientes. Las mujeres se visionan operando y gestionando un sistema de saneamiento comunitario y desean articular emprendimientos con los cuales se sienten identificadas como por ejemplo la producción de flores, vermicompost y lombrices. Después de esta experiencia deseo amadrinar otras comunidades por medio de una ONG que fundé recientemente: Paziflora.
¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas (buenas y malas) de la iniciativa y que puede compartir con otros?
El aprendizaje a través de la experiencia comunitaria ha sido incalculable; abordando problemáticas reales y cotidianas de los asentamientos informales, además de la interacción social con los habitantes y voluntarios. Dichas interacciones son complejas e impredecibles. A veces los procesos tienen un matiz de sacrificio y el sabor es agridulce, pero vale la pena experimentarlos para crecer. Es indispensable fijar objetivos no muy complejos y que sean alcanzables a corto plazo. Una vez aprendes a lidiar con la espontaneidad y los imprevistos característicos de estos contextos, empiezas a fluir y encuentras sentido en lo que haces. Los cambios pequeños y profundos se traducen en grandes logros, pero hay que perseverar. Tras dos años de amadrinamiento en Las Colonias, gané una beca de cooperación internacional para especializarme en Ingeniería Sanitaria y Ambiental. Por medio de dicha maestría he traído el quehacer científico a la comunidad con la investigación que actualmente desempeñamos.