Seguridad hídrica ¿Qué significa y cómo podemos mejorarla?

GWP compartió su visión sobre la seguridad hídrica a escalas global, regional y nacional en el 7° Encuentro Nacional de la Asociación Nacional de Estudios de Posgrado  e Investigación en Ambiente y Sociedad (ENANPPAS), que tuvo lugar el viernes 20 de mayo en  Brasilia, Brasil.

La inseguridad hídrica cuesta anualmente a la economía global un estimado de 500 billones de dólares, sin contar los riesgos ambientales. Sólo en la Agricultura, se estima que la inseguridad hídrica cuesta 94 millones de dólares al año en riego[1].

En Sudamérica, sequías e inundaciones fueron responsables de las mayores pérdidas económicas entre 1970 y 2012. En este período, la mayor pérdida económica fue registrada en Brasil en 1978, debido a una sequía que representó al estado un costo de US$ 8.100 millones.[2] Más recientemente severas sequías en la región afectaron seriamente la producción de cultivos clave a nivel internacional, como la producción de café en Brasil.

En términos generales, actualmente los países sudamericanos tienden a tener una actitud reactiva de corto plazo, es decir, tienden a responder con acciones para contrarrestar los impactos de estos eventos inmediatamente después que estos ocurren. Es por esto que hace falta que los países de la región dirijan su esfuerzo a fortalecer su capacidad para afrontar estos desafíos  a través del desarrollo de políticas y marcos institucionales sólidos y la inversión en infraestructura de monitoreo y respuesta con una visión a más largo plazo, lo que les permitirá reducir costos.

La visión de GWP

GWP considera que un mundo con Seguridad Hídrica es aquel en el que cada persona tiene agua segura y a un costo accesible para llevar adelante una vida sana y productiva y en el que las comunidades son protegidas de inundaciones, sequías y enfermedades de origen hídrico. La seguridad hídrica promueve la protección ambiental y la justicia social abordando los conflictos y disputas que puedan surgir a partir de recursos hídricos compartidos.

Por otra parte, algunas ideas claves transmitidas fueron las siguientes:

  • La seguridad hídrica es transversal a todos los aspectos del desarrollo económico y como tal está evolucionando rápidamente de una visión a un imperativo del desarrollo
  • Las personas asignan significado al concepto de seguridad hídrica dependiendo de la escala y el contexto particular en el que es aplicado
  • La seguridad hídrica nunca podrá ser alcanzada totalmente porque las condiciones físicas y económicas están en constante cambio, lo que requiere la adaptación continua
  • No existe una única solución para aumentar la seguridad hídrica. Las soluciones deben adaptarse a las condiciones locales en cada país, cuenca, ciudad, proyecto o área de gestión.
  • La seguridad hídrica y la GIRH son simbióticas. La gestión adaptativa inmersa en los procesos de la GIRH ayudan a mejorar la seguridad hídrica del nivel nacional al local. La seguridad hídrica debe ser vista como la meta de la GIRH.
  • No podemos gestionar lo que no podemos medir y por tanto la medición de la seguridad hídrica será fundamental para aumentarla.

El encuentro

El panel estuvo compuesto por Maria do Socorro Lima Castello Branco, Presidenta de GWP Brasil y Asesora del Área de Planificación de la Agencia Nacional de Aguas, y Lucía Matteo, Coordinadora Regional Interina de GWP Sudamérica. Fue moderado por Carlos Hiroo Saito, profesor destacado de la Universidad de Brasilia (UnB) y Ana Karine Pereira, quien, por convenio UnB-GWP, se encuentra realizando su post-doctorado sobre seguridad hídrica.

Maria Branco explicó  la contribución de GWP Brasil al desarrollo del concepto de seguridad hídrica a nivel nacional e indicó que el Plan Nacional de Seguridad Hídrica se encuentra alineado con el concepto de seguridad hídrica según GWP.

Respecto a este concepto, señaló además que “No se puede perder de vista el agua como derecho humano esencial; el principio de solidaridad también debe estar presente en el concepto de seguridad hídrica”.

Destacó especialmente la necesidad de una buena gobernanza para alcanzar la seguridad hídrica y la interrelación entre ambas ideas: “La buena gobernanza permite mejorar la seguridad hídrica y a su vez, la seguridad hídrica define metas para una buena gobernanza”, dijo.

También reiteró que es clave implementar la GIRH para alcanzar la seguridad hídrica, ya que “Muchas veces se tiene una visión compartimentada de las cosas y se acaba gastando dinero en lo mismo”.

En desarrollo

Por otra parte, Lucía Matteo mencionó, que “Entender el concepto de la seguridad hídrica y sus implicancias, incluyendo como cuantificarla, está todavía en desarrollo”.  Invitó a los presentes a leer las siguientes publicaciones de GWP, (actualmente disponibles en inglés), para profundizar sus conocimientos sobre el concepto de seguridad hídrica, las cifras asociadas y su aplicación en la práctica:

Informe 2015 del Grupo de Trabajo GWP/OECD sobre Sobre Seguridad Hídrica y Crecimiento Sostenible:“Securing water, sustaining growth”

TEC20_Seguridad Hídrica: del concepto a la práctica (2014)

 

Asimismo, hizo un llamado a la comunidad científica presente, así como planificadores y gestores, a comenzar a cuantificar la seguridad hídrica y compartir sus lecciones en la comunidad global facilitada por la red de GWP.


[1] Informe 2015 elaborado por GWP y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD): Securing water, sustaining growth.

[2] Atlas de la Mortalidad y Pérdidas económicas por el Tiempo, Clima y Lluvias extremas; Organización Meteorológica Mundial-OMM, julio 2014.