Descripción
El Lago Atitlán está localizado en las montañas volcánicas de Guatemala, América Central, y drena hacia el mar Pacífico. El lago es una cuenca cerrada (625 km2). La población en la cuenca es de 180,000 habitantes, 91% son indígenas de origen Maya. Las tasas de pobreza y de analfabetismo son altas. La agricultura y el turismo son las principales actividades económicas en la cuenca. Los principales problemas ambientales en la cuenca son la contaminación del agua, erosión del suelo y la pérdida de bosque y de la biodiversidad.
El caso describe las diferentes políticas de gestión de los recursos hídricos en la cuenca del Lago Atitlán en Guatemala. A pesar de que se han considerado varias medidas tales como legislación, estudios de los recursos hídricos, plan de manejo de la cuenca, el establecimiento de una comisión de cuenca, la situación de gestión de los recursos hídricos no ha mejorado. Las principales limitantes para el éxito son la falta de participación pública, coordinación institucional e inversiones.
En 1955 la Cuenca del Lago Atitlán fue declarada parque nacional. En 1996 se estableció la Autoridad para la Gestión Sostenible de la Cuenca Atitlán con el fin de tomar medidas en relación a la conservación del ecosistema del Lago Atitlán y su cuenca. En el año 2000 se elaboró un plan para la gestión de la cuenca. El plan incorpora las componente normativas y operacionales, da detalle de las diversas zonas en la cuenca y provee de un margo integrador para los proyectos e inversiones a ser ejecutados por diversos actores. El plan está todavía en revisión, aunque algunas acciones se han ejecutado aisladamente sin ninguna dirección integradora.
Inversiones públicas en la cuenca se han enfocado en infraestructura para los servicios básicos. Inversiones privadas se han enfocado principalmente en turismo, agricultura y reforestación. Diversas ONG´s están trabajando en la cuenca y algunos proyectos de cooperación internacional han sido implementados.
Lecciones aprendidas
La experiencia en la Cuenca del Lago Atitlán ofrece diversas lecciones aprendidas:
- Sin una participación pública efectiva y una coordinación apropiada entre las diferentes instancias públicas y privadas, la meta de GIRH no podrá ser alcanzada.
- El desarrollo y la gestión de los recursos hídricos podrán ser alcanzados únicamente si las autoridades locales, fondos sociales y otros mecanismos de inversiones están dispuestos a hacer las inversiones necesarias
- Es importante construir consenso entre las diferentes instituciones, usuarios del agua y el público en general acerca del compartir objetivos antes de implementar varias medidas.
- El aumento de la conciencia pública necesita ser manejada a una escala local.
- Un comité de cuenca u organización debe de ser reconocida desde la instancia de coordinación más alta así como por los diferentes actores involucrados en la gestión de los recursos hídricos en la cuenca con el fin de funcionar apropiadamente.
- El establecimiento de áreas protegidas en cuencas con grandes poblaciones participantes en actividades económicas no es una medida apropiada para la gestión de los recursos naturales. Es mejor tener diversas pero bien definidas areas de protección pequeñas. Presupuestos apropiados deberán ser colocados para manejar esas áreas protegidas. Comunidades locales deberán ser involucradas en la gestión de las áreas protegidas.
Importancia del caso para la GIRH
Este caso ilustra la importancia de construir un ambiente propicio fuerte como requisito para la GIRH.