A pesar de la inherente conexión que existe entre los dos sectores, los planificadores de la energía y del agua rutinariamente toman decisiones que afectan el uno al otro, sin entender las complejidades científicas o políticas del otro sector. Esta falta de comunicación suele opacar las oportunidades conjuntas de conservación perjudicando presupuestos, eficiencia, al medio ambiente y la salud pública, e inhabilita ambos sectores para plenamente contabilizar los efectos financieros, ambientales y sociales que tiene el uno sobre el otro.
El agua es usada para generar energía y a su vez la energía es usada para proveer agua. El cambio climático actúa como un factor de estrés adicional a la ya intensa competencia sobre los recursos hídricos y energéticos.
- Si tiene un problema energético, tiene en realidad un problema con el agua: La demanda de energía y agua están estrechamente relacionadas, ninguna puede existir sin la otra. El agua es usada para generar energía y la energía es usada para proveer agua. La demanda de mayor energía conlleva al aumento en la demanda de agua, a su vez la demanda por más agua conlleva al aumento en la demanda de energía.
- La demanda de agua y energía aumentan con los ingresos: Existe una fuerte relación entre el ingreso y la demanda de energía. A niveles bajos de ingresos el agua y la energía son utilizadas para suplir necesidades básicas, como bebida, cocción y calefacción. No obstante, a medida que los ingresos aumentan más energía y más agua son empleadas con diversos fines, como en piscinas, transporte, riego de campos de golf, refrigeración, con el fin de satisfacer las necesidades de los nuevos estilos de vida.
- Impactos sobre los ecosistemas: La alta demanda además de la explotación de agua y energía para uso industrial, agrícola y doméstico puede tener impactos adversos sobre los ecosistemas, en forma de pérdida de hábitats, contaminación y cambios en los procesos biológicos.
- El cambio climático tiene influencia sobre el uso de la energía: Se prevé que los desafíos del cambio climático y el crecimiento poblacional agravarán la creciente demanda y los desequilibrios en la disponibilidad de agua y el uso de energía.
El nexo agua-energía es crucial para entender las fuerzas motrices, las relaciones de retroalimentación y los ciclos del agua y la energía para el uso eficiente y sostenible de estos recursos. Con el fin de gestionar el agua y la energía, tanto los planificadores como los tomadores de decisiones necesitan considerar maneras de maximizar la oferta de uno de los recursos mientras se minimiza el uso excesivo del otro. La sección "agua y energía" recopila las principales fuentes disponibles concernientes a un gran conjunto de recursos claves para la gestión de la energía y los recursos hídricos.