En la jornada que estuvo dirigida por la experta Aracelis Arosemena, asistieron 25 personas, algunas representantes de organizaciones miembro de GWP y del Comité Nacional de Cambio Climático de Panamá (CONACCP). Así se llevó a cabo la validación del informe diagnóstico y como resultado de este ejercicio surgieron ideas y perfiles de proyecto para las inversiones no/low regrets, luego de grupos de trabajo.
Entre las conclusiones vertidas, destaca que es un hecho que la seguridad hídrica en Panamá se verá afectada ante el cambio climático, especialmente ante amenazas hidrometeorológicas extremas, para lo cual el país deberá desarrollar medidas de adaptación que le permitan gestionar el riesgo y reducir la vulnerabilidad ante estos fenómenos asociados al clima.
Además se expuso que Panamá cuenta con un marco legal que articula cambio climático con recurso hídrico y gestión de riesgo de desastres, y es signatario de convenios internacionales, la implementación del marco legal ha sido parcial y lenta, debido a la falta de priorización del tema ambiental por el Gobierno entre los años 2009 al 2014, y a la débil coordinación interinstitucional y recursos técnicos y financieros limitados. Sin embargo, existe expectativa ante el cambio de gobierno que se produjo en 2014, y la reactivación del CONACCP, se esperaría el desarrollo de una hoja de ruta que permita la ejecución de medidas de adaptación tendientes a proteger la seguridad hídrica frente al cambio climático.
Como recomendaciones de este taller de trabajo, se anotan: Fortalecer la institucionalidad y fomentar la colaboración entre los actores del cambio climático y recursos hídricos, mediante el fortalecimiento de los mecanismos de interrelación, coordinación y articulación estable y permanente entre tales actores, al incentivar programas de capacitación profesional y técnico del personal del sector, y con la promoción de la educación ambiental de la población en medidas de adaptación al cambio climático.