Los participantes incluyeron representantes de sociedad civil, gobierno y la academia. El objetivo fue tener un diálogo sobre el proceso de descentralización, los retos y las perspectivas de futuro de la provisión del servicio de agua en los municipios.
Algunos de los principales desafíos mencionados fueron que la mayoría de la población de Honduras vive en zonas donde la infraestructura para el suministro de agua necesita ser renovada, buena calidad de las fuentes de agua es escasa y la aplicación de la Ley de Agua y Saneamiento requiere el fortalecimiento de las capacidades a nivel municipal.
SANAA, que ha sido la entidad responsable de proveer los servicios de agua en Tegucigalpa, así como en otros municipios, debe asumir el nuevo rol de los asesores técnicos, para apoyar el proceso de descentralización. Algunos municipios, como Tegucigalpa, podrían tener la capacidad técnica y capacidad financiera para convertirse en el proveedor de servicios de agua, pero un porcentaje significativo de los 298 municipios del país no la tienen.
Los participantes llegaron a la conclusión de que una de las principales acciones que se necesitan es establecer un programa nacional para fortalecer las capacidades, para que los municipios puedan garantizar la eficiencia en la prestación, y que se debe garantizar la financiación adecuada (no menos que 1% del PIB).