De acuerdo al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) Centroamérica es una de las regiones más vulnerables. Los efectos se reflejan en la intensidad de los fenómenos hidrometeorológicos y su ocurrencia cada vez más prolongada y recurrente, manifestándose en ambos extremos del espectro (sequías e inundaciones). El área del Corredor Seco Centroamericano (CSC) es una de las más afectadas, a su vez hay que adicionar las carencias propias del territorio en materia de protección de los ecosistemas, infraestructura poco resiliente y bajo desarrollo territorial. Panamá no forma parte del CSC, pero posee una región de características climáticas similares que es denominado el "Arco Seco de Panamá".
En la zona del Arco Seco, los pobladores experimentan cada vez más escasez de agua para consumo y el desarrollo de sus actividades productivas debido a la poca lluvia que se presenta en el sitio. Estudios realizados en la zona han verificado la existencia de acuíferos potencialmente explotables que podrían contribuir a solventar la problemática a través de un uso razonable. Para responder a esta situación, en los últimos años GWP Centroamérica, en el marco del Programa de Agua, Clima y Desarrollo (PACyD) y sus proyectos piloto, se involucró en la implementación de un sistema de bombeo de agua, utilizando fuentes de energía renovable, para ello se instaló una aerobomba para la extracción de agua de un pozo en la provincia de Coclé. Esto se logró a través de la articulación de miembros e instituciones socias, documentando el proceso y generando logros importantes en materia de aspectos técnicos y trabajo en red. Además de poder aportar a una mejor comprensión de la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH) para este tipo de intervenciones.